Fernando Paneso, hoy en día de 60 años, fue un reconocido árbitro en Colombia durante la década de los 90 y fue protagonista de varias finales del fútbol nacional.

Entre esas, una de la más recordadas, la final del año 1993, cuando Junior logró el título profesional en un equipo lleno de estrellas y capitaneado por el histórico Carlos ‘el Pibe’ Valderrama en un épico duelo que se resolvió 3-2 ante el América de Cali.

La actuación de Paneso sigue siendo discutida por los hinchas de Junior, pues esa tarde anuló un gol de los rojiblancos y le concedió un penal al América por mano de Iván René Valenciano.

Sin embargo, lo que más recuerda la gente son los angustiosos minutos de reposición, en los que primero tenían miedo de que Paneso terminara el partido antes del gol del título y, luego del tanto, el temor que alargara el juego hasta un posible empate caleño que los dejara sin la estrella.

Ahora, casi 30 años después, Paneso admitió en un escrito publicado en el libro Junior de Barranquilla: Inédito, lo que los hinchas siempre sospecharon: desde las huestes caleñas le ofrecieron, literalmente una fortuna para favorecer al América.

En las páginas del libro, Paneso consignó que “en la puerta de mi casa en Armenia, una persona me abordó y me dijo que venía a ofrecerme 30 millones de pesos -unos 260 millones hoy en día, según el índice de precios al consumidor del DANE- para que pitara a favor del América de Cali”.

“Mi respuesta fue un no rotundo”, complementó el mismo juez en el escrito que viene a poner una vez más en evidencia como en esos años las mafias del narcotráfico, que manejaban algunos partidos, movían millonadas para comprar jueces, jugadores rivales, entrenadores y modificar así a su gusto los resultados.

El silbato quindiano, que ahora retirado y que se dedica a la administración del instituto de deportes en su departamento, confirmó a la emisora RCN la versión que aparece publicada en el escrito.

“Uno entiende que son situaciones complejas, que se vivían en el país en esa época. Realmente así pasó, de pronto no con mucha regularidad (la compra de árbitros) eso fue un acontecimiento que uno tuvo la oportunidad de vivir. Un momento complicado para uno árbitro y responsable de un encuentro de tanta envergadura”, reflexionó.

Paneso explicó que por aquellos años, la situación de decadencia moral del país estaba a tal punto, que las personas que no se dejaban comprar eran los señalados en medio de tanta corrupción.

“La situación estaba tan compleja y la sociedad estaba tan permeada, que prácticamente nosotros las personas rectas, honestas del momento, éramos los que teníamos un rechazo de la sociedad. Lo dijo con mucha nostalgia, nosotros parecíamos los malos”, recordó.  

Dentro de las anécdotas, Paneso recordó como una semana antes de ese partido dirigió el duelo que Junior empató 3-3 con Nacional en Medellín, y como en esos dos juegos la enorme personalidad del capitán del elenco barranquillero, Carlos Valderrama, los llevó a sobreponerse de las dificultades.

“Paneso, pita ya y acaba esta vaina… que como nos hagan un gol la gente se mete y te mata…”. “Una y otra vez repetía la misma frase, hasta que me comencé a sentir nervioso”, aceptó el silbato ya retirado.